El intento de suicidio entre adolescentes crece tras la pandemia
Hace unos días os compartía por Redes Sociales un artículo que publicaba XL Semanal sobre el suicidio en adolescentes tras la pandemia. Según datos de la Fundación ANAR, con el confinamiento, los intentos e ideación de suicidio en adolescentes se incrementaron un 9%. Una triste realidad por la que están pasando muchas personas en nuestro país, que la COVID-19 ha agravado. Ha creado las condiciones de “tormenta perfecta” e incrementado el riesgo de conductas suicidas.
Según los últimos datos publicados por el INE (últimos disponibles hasta ahora) en 2020 en España se ha incrementado la muerte por suicidio un 7,4%. El total de fallecidos asciende a 3.941, es decir 11 cada día, de los que un 74% son hombres (2.938) y un 26% mujeres (1.011).
Además, las tentativas suicidas se han doblado en algunos casos, como el de los adolescentes. Es por ello que, en algunos hospitales, como los madrileños 12 de Octubre y Niño Jesús, han tenido que incrementar el número de camas destinadas a este tipo de pacientes.
Primeros signos
Los primeros episodios depresivos pueden surgir a los 8 ó 9 años, pero a raíz de la pandemia se ha añadido el riesgo de suicidio. Esta conducta se está dando en menores de 12 años con unas características comunes: son niños muy inestables emocionalmente.
Durante el tiempo que estuvimos en casa, sufrimos una reducción del contacto social y varias limitaciones. Y, a pesar de que ya hemos vuelto a la normalidad, hay personas que han desarrollado cuadros de estrés y sienten ansiedad tras lo vivido.
Estudios recientes señalan un incremento del 25% de la depresión y la ansiedad a nivel mundial. Las enfermedades mentales, especialmente la depresión, están detrás del 90% de los casos de suicidio. Ante esta coyuntura, se deberían revisar y activar los planes de prevención del suicidio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a recomendar que todos los países desarrollen planes multisectoriales, integrando acciones efectivas.
Ayuda
Para ayudar a todas estas personas que están pasando por una situación tan dramática, lo primero sería detectar el problema. Lo siguiente, ponerse en manos de un profesional.
Precisamente, para ayudar a estas personas, a sus familiares y allegados, el pasado mes de mayo, el Ministerio de Sanidad puso en marcha el teléfono 024 de ayuda contra el suicidio. Desde entonces, hasta julio, ha recibido 25.000 llamadas, de las cuales 433 eran suicidios en curso. Además, se realizaron 1.000 derivaciones al 112 por la gravedad de los casos, tal y como informaba la ministra, Carolina Darias, quien reconocía que la COVID-19 ha “exacerbado” los problemas mentales porque ha golpeado en las relaciones sociales, impidiéndolas.
Entre las personas que más piden ayuda a través de este número de teléfono se encuentran las mujeres y gente joven. Aunque, según la ministra, se ha detectado que hay un gran número de llamadas del profesorado que demanda información y pide pautas para saber interpretar cuándo un adolescente está en una situación delicada.
Por ello, ha anunciado que se comenzará a trabajar en la elaboración de códigos para detectar conductas de riesgo.
Quiero recordar que el 024 es una línea gratuita, accesible, inmediata y confidencial que está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. Al teléfono pueden llamar, tanto personas con conductas suicidas, como sus familiares y allegados, que son atendidos por expertos que intervendrán en el caso de ser necesario, en situaciones complejas de alto riesgo.
Además, el teléfono incluye un servicio de videointerpretación en lengua de signos, así como un servicio de interpretación telefónica que permite la comunicación con personas que hablan en otro idioma en tiempo real.
No dudes en utilizarlo si lo necesitas.
Learn MoreLos trastornos psicológicos más comunes
¿Sabías que más de un 25% de los españoles ha sufrido, sufre o sufrirá un trastorno psicológico? La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 o la crisis económica son algunos motivos que están contribuyendo a que este porcentaje vaya a más. Y cada vez hay más gente que necesita ayuda profesional.
Pero antes de nada ¿Qué es un trastorno psicológico?
En este punto hemos de decir que no es fácil determinar qué es un trastorno psicológico. El Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), señala que el término “trastorno mental” no puede ser determinado de una manera operativa para que pueda abarcar todas las posibles situaciones.
Pero para hacer que se entienda mejor, podemos decir que un trastorno mental o psicológico es una disfunción psicológica asociada con sentimientos de angustia, deterioro y reacciones que no se esperan según el contexto cultural. A ello hemos de añadir que un trastorno de este tipo puede manifestarse de innumerables formas, dependiendo de la persona que lo padezca.
Los más habituales en consulta
Son muchos los trastornos mentales o psicológicos que pueden sufrir las personas y que en Psicología MAVI tratamos en nuestra consulta. A continuación, repasaremos los más comunes.
Depresión: se trata de un trastorno mental caracterizado, principalmente, por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza constante, asociados a alteraciones del comportamiento y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.
Ansiedad: sentimiento de miedo, temor o inquietud que puede generar tensión en el cuerpo e incluso palpitaciones. Tener estos síntomas, de forma muy ocasional, podríamos considerarlo dentro de lo normal. Lo que no sería lógico es que éstos perduraran en el tiempo e interfirieran en nuestra vida diaria. De esto ya hemos hablado en profundidad en nuestro blog. Podéis leerlo pinchando aquí.
Trastornos de la conducta alimentaria: en este punto hablamos de hábitos alimenticios anormales que afectan negativamente a la salud física y mental de la persona que los padece. Los más comunes son:
Anorexia: tiene como síntoma más característico la distorsión de la imagen corporal. Las personas que lo sufren restringen la ingesta de comida, apenas comen, y lo poco que ingieren les provoca un intenso sentimiento de malestar. Además, realizar ejercicio físico excesivo.
Bulimia: las personas que lo sufren suelen ingerir alimentos de forma masiva y luego eliminar esas calorías a través de la inducción del vómito o el consumo de laxantes. Tras ello, se sienten tristes, de mal humor y pueden tener sentimientos de autocompasión. Es uno de los trastornos más comunes y está asociado a alteraciones en el cerebro.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): tiene como síntomas principales la falta de atención, hiperactividad y comportamiento impulsivos. Y aunque los síntomas suelen aparecer en edades tempranas, suelen mejorar con el paso de los años. Afecta, principalmente, a niños y adolescentes.
Trastorno de la personalidad: en la persona que lo sufre genera malestar o dificultades en sus relaciones y en su entorno. Este tipo de trastorno suele tener su inicio en la adolescencia o al principio de la vida adulta.
Trastorno de pánico: es uno de los más habituales. Quienes lo sufren experimentan de manera súbita y repetitiva ataques de miedo intenso y malestar que alcanzan su pico en pocos minutos. Además, experimentan síntomas físicos como dolor en el pecho, palpitaciones o incluso dificultad para respirar.
Estos trastornos son solo un ejemplo de los muchos que hay. Si sientes alguno de ellos, en Psicología MAVI estaremos encantados de ayudarte.
Learn MoreAnsiedad. ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos. Así define la Real Academia Española (RAE) la palabra ansiedad.
De forma más sencilla, lo podríamos definir como un sentimiento de miedo, temor o inquietud que puede generar tensión en el cuerpo e incluso palpitaciones.
Tener estos síntomas, de forma muy ocasional, podríamos considerarlo dentro de lo normal. Lo que no sería lógico es que éstos perduraran en el tiempo e interfirieran en nuestra vida diaria.
Un dato a tener en cuenta es que la ansiedad es una de las principales causas de ausentismo laboral en todo el mundo. Y al menos un tercio de la población mundial se verá afectada a lo largo de su vida, incluidos los niños y adolescentes, algo que se ha agravado a raíz de la pandemia, con un incremento de los casos.
Señales
Existen diferentes síntomas que si son persistentes en el tiempo pueden hacernos pensar que tenemos ansiedad:
1.- Preocupación excesiva o desproporcionada.
2.- Sensación de miedo intenso.
3.- Sensación de nerviosismo, que provoca un aumento del ritmo cardiaco, sudoración, boca seca.
4.- Sensación de peligro inminente, de que algo malo va a pasar, intranquilidad.
5.- Sensación de cansancio o debilidad.
6.- Dificultad para concentrarse.
7.- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
8.- Problemas gastrointestinales asociados al nerviosismo.
9.- Tensión muscular persistente.
10.- Dificultad para relacionarte socialmente.
Como decíamos anteriormente, es normal que en ciertos momentos de nuestra vida sintamos o hayamos sentido alguno de estos síntomas, lo preocupante es que perduren en el tiempo y no seamos capaces de controlarlo.
Si, por ejemplo, sentimos sensación de miedo injustificado y desproporcionada y se prolonga en el tiempo, si evitamos ciertas situaciones o lugares para no sentir dolor o inquietud es muy probable que estemos ante un trastorno de ansiedad.
Y antes de que vaya a más o los síntomas se descontrolen debemos pedir ayuda profesional, en este caso a un psicólogo.
Tipos de ansiedad
Según el Instituto Nacional de Salud Mental existen cinco tipos de ansiedad, que difieren en los síntomas y los desencadenantes que lo provocan pero que tienen en común el hecho de interferir con las actividades diarias.
Trastorno de ansiedad generalizada: en este caso, las personas sienten una ansiedad o una preocupación excesiva la mayoría de los días. Pueden sentirse inquietas, nerviosas o cansarse fácilmente. También pueden tener problemas de concentración, irritabilidad, tensión muscular o dificultad para conciliar el sueño
Trastorno de pánico: sentimientos repentinos de terror aun cuando no hay ningún peligro real. Los síntomas físicos serían latidos rápidos del corazón, dolor de pecho o estómago y dificultad para respirar. También se puede sentir debilidad o mareos, sudor, escalofríos e incluso entumecimiento de las manos. La persona que padece este tipo de trastorno pueden llegar a creer que está teniendo un ataque al corazón. Y se da la casualidad de que es más común en las mujeres que en los hombres.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): causa obsesiones frecuentes y perturbadoras. Provoca un impulso abrumador de repetir ciertas conductas.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Este afecta a personas que han pasado por una situación traumática como una guerra o un accidente grave. Puede causar recuerdos involuntarios y perturbadores del evento, dificultad para dormir o pesadillas, sentimientos de soledad o arrebatos de ira. Las personas con TEPT pueden sentirse preocupadas, culpables o tristes.
Fobias: aversión o miedo intenso a situaciones u objetos específicos. Es un temor exagerado y aquellos que lo sufren sienten una preocupación irracional y toman medidas para evitar el supuesto peligro.
Con todo esto esperamos haber dado un poco de luz a la famosa ansiedad de la que últimamente, y con los acontecimientos que nos ha tocado vivir, sufre cada vez un mayor número de personas.
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