El verano pone a prueba nuestra salud mental
Estamos deseando que llegue, pensamos en él durante todo el año, pero, ¿sabes que el verano, y concretamente el calor, pone a prueba nuestra salud mental?
Las olas de calor con temperaturas elevadas, sobre todo si se mantienen durante períodos prolongados, influyen negativamente en el bienestar psicofísico de la mayoría de la población.
Cuando soportamos varios días consecutivos con calor excesivo no conseguimos descansar adecuadamente dado que se altera la cantidad y la calidad del sueño. Y el no tener un buen descanso puede hacer que estemos más irritables. También que tengamos dificultades para tener un rendimiento cognitivo óptimo debido a la sensación de aturdimiento y falta de claridad mental. Esto hace que se altere nuestra conducta, aumentando la inquietud y, en casos extremos, la tendencia a la agresividad en diversos grados.
En concreto, en personas con trastornos psicoemocionales esta sensibilidad al exceso de temperatura suele ser más acusada.
De hecho, cada vez hay una mayor preocupación de los investigadores por los efectos del cambio climático sobre el equilibrio psíquico de las personas.
Existen estudios que confirman que el aumento de las temperaturas está relacionado con el aumento de consultas. Esto es debido a alteraciones de la salud mental, e incluso ponderan el aumento en grados de la temperatura con el incremento, por ejemplo, del número de suicidios.
Recomendaciones
No podemos luchar contra la meteorología para hacer que bajen las temperaturas. Pero lo que sí podemos hacer es tener en cuenta algunas recomendaciones. Entre ellas, mantenerse hidratado a base de agua y evitar bebidas azucaradas o alcohólicas porque no contribuyen a una buena hidratación.
También ayuda evitar la exposición solar durante las horas centrales del día que es cuando el calor más aprieta, y tratar de vestir con ropa fresca y transpirable.
Aun así, ante cualquier síntoma de cansancio extremo, fatiga, u otras sensaciones fuera de las comunes, es recomendable consultar con algún especialista.
Learn MoreLas mascotas, uno más en la familia
Son uno más en la familia. Hablamos de las mascotas.
Aportan tanto que queremos resaltar el papel tan importante que tienen para sus dueños.
Para empezar, diremos que los humanos desarrollamos una afinidad innata por todos los seres vivos. Existen parámetros fisiológicos que indican los beneficios del contacto entre personas y animales.
Por poner un ejemplo, en presencia de perros y gatos liberamos oxitocina, una hormona relacionada con el placer. A la vez, baja el nivel de cortisol en sangre, un indicador del estrés.
Hay estudios que lo avalan, como el norteamericano Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Asegura que convivir con un perro aumenta el nivel de endorfinas, un péptido que funciona como neurotransmisor. Es responsable de la sensación de bienestar, y reduce el ritmo cardíaco y la presión arterial al disminuir el nivel de triglicéridos.
Beneficios de tener una mascota
Tener una mascota en casa aporta muchos beneficios, tanto emocionales, como antiestrés, educativos y sociales, que pasamos a desgranar a continuación:
Ayudan a combatir la depresión y la soledad, sirven como fuente de apoyo y consuelo. La generosidad y el afecto que despiertan por sus dueños es incondicional.
Ayudan a mantener a raya el estrés, ya que el simple hecho de mirar o acariciar a un animal puede provocar la liberación de oxitocina y calmarte.
Aquellos que conviven con perros realizan más ejercicio físico al pasearlos y diversos estudios demuestran que el carácter pausado de los gatos mitiga la ansiedad. Además, su ronroneo produce una vibración considerada relajante.
Para los más pequeños, hacerse cargo de las tareas relacionadas con un animal de compañía es tremendamente educativo: les enseña a responsabilizarse de un ser vivo, a mantener ciertas rutinas y ser más disciplinados, y les inculca valores como la empatía o el respeto.
Tener perro también ayuda a socializar con otros propietarios caninos. Para las personas mayores, que en muchos casos viven solas, tener un perro es muy positivo ya que ayuda a establecer contacto con otras personas.
En definitiva, tener una mascota proporciona compañía afecto y protección. Se convierten en compañeros de juego, de vida, llegándose a formar vínculos únicos entre personas y animales, vínculos que terminan siendo esenciales.
¡Hasta siempre, Sito!
Learn More“Sobrevivir” a las vacaciones en familia
El verano, es tiempo de vacaciones, de pasarlo en familia, de ocio, de viajes, de hacer planes con niños, con pareja, con amigos. Todo un mix que hay quien lo lleva fenomenal, que le ayuda en su bienestar y en su salud mental. Sin embargo, hay otras personas que no llevan tan bien compartir espacios, actividades y tanto tiempo libre seguido. En este caso, en lugar de generar bienestar, las vacaciones pueden provocar todo lo contrario.
A estos segundos, a quienes no llevan tan bien pasar largas temporadas en familia y con hijos a cargo, va dedicado este post. Porque es algo bastante común, que le pasa a más gente de la que podamos pensar y que también tienen sus razones para sentirse así.
A ellos queremos proporcionarles una serie de consejos para que ese tiempo libre y compartido no resulte estresante, no genere ansiedad ni conflictos. No es nada nuevo pero, siempre viene bien recordarlo.
Está comprobado que lo que altera la convivencia y las relaciones familiares no es el hecho de compartir tiempo. Es pasar de la actividad diaria, de la rutina, de los horarios, al tiempo de ocio, de poca actividad, salir de los quehaceres del día a día.
Y aunque pueda parecer extraño, es un cambio al que a muchas personas les cuesta adaptarse. Por ello, es común que pueda generar malestar, surgir roces e incluso desencadenar conflictos en las relaciones familiares y de pareja.
Tipos de conflicto y soluciones
Uno de los primeros conflictos que surgen a la hora de pensar en vacaciones es decidir qué vamos a hacer en nuestro tiempo de ocio. En este caso, no debería haber alguien que tome la decisión. Lo más idóneo será negociar y llegar a un acuerdo consensuado para realizar actividades en las que todas las partes salgan beneficiadas.
Flexibilidad en horarios: el verano y, sobre todo las vacaciones, invita a olvidarnos del reloj, de los horarios, de la rutina, de los quehaceres. Pero bien es cierto que, si hay niños pequeños, aunque los límites sean más flexibles, hay que ponerlos. Esto no debe ser negociable y ambas partes deben estar de acuerdo, ya que consentir más de la cuenta puede ser, a la larga, contraproducente.
Búsqueda de momentos de autonomía y tiempo para uno mismo: en vacaciones muchos buscan desconectar y tener su espacio para centrarse en sus actividades e intereses, mientras que hay quienes buscan pasar tiempo en familia y en pareja. En este caso no se deberían forzar situaciones.
Lo positivo de las vacaciones
Recordemos que las vacaciones deberían contribuir a disminuir nuestro nivel de estrés, gracias a que cambiamos de rutinas, nos alejamos de nuestro entorno y tomamos distancia mental de lo que nos preocupa.
Esto ayuda al organismo a reparar los daños provocados por el aumento de cortisol y la ansiedad.
Mejora la calidad del sueño: no tener horarios hace que nuestro cuerpo descanse y duerma mejor y por lo tanto estemos más descansados.
Aumenta nuestra productividad, creatividad y concentración. Cuando estamos de vacaciones nuestro cerebro pone en marcha otras áreas que dan respuesta a otro tipo de estímulos que cuando estamos trabajando y esto hace que genere nuevas ideas, y de cara a la vuelta aumente nuestra concentración.
Mejora el estado de ánimo: dedicar tiempo a hacer cosas que nos gustan y que no podemos hacer el resto del año hace que nos sintamos más felices y de mejor humor.
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