Ansiedad. ¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos. Así define la Real Academia Española (RAE) la palabra ansiedad.
De forma más sencilla, lo podríamos definir como un sentimiento de miedo, temor o inquietud que puede generar tensión en el cuerpo e incluso palpitaciones.
Tener estos síntomas, de forma muy ocasional, podríamos considerarlo dentro de lo normal. Lo que no sería lógico es que éstos perduraran en el tiempo e interfirieran en nuestra vida diaria.
Un dato a tener en cuenta es que la ansiedad es una de las principales causas de ausentismo laboral en todo el mundo. Y al menos un tercio de la población mundial se verá afectada a lo largo de su vida, incluidos los niños y adolescentes, algo que se ha agravado a raíz de la pandemia, con un incremento de los casos.
Señales
Existen diferentes síntomas que si son persistentes en el tiempo pueden hacernos pensar que tenemos ansiedad:
1.- Preocupación excesiva o desproporcionada.
2.- Sensación de miedo intenso.
3.- Sensación de nerviosismo, que provoca un aumento del ritmo cardiaco, sudoración, boca seca.
4.- Sensación de peligro inminente, de que algo malo va a pasar, intranquilidad.
5.- Sensación de cansancio o debilidad.
6.- Dificultad para concentrarse.
7.- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
8.- Problemas gastrointestinales asociados al nerviosismo.
9.- Tensión muscular persistente.
10.- Dificultad para relacionarte socialmente.
Como decíamos anteriormente, es normal que en ciertos momentos de nuestra vida sintamos o hayamos sentido alguno de estos síntomas, lo preocupante es que perduren en el tiempo y no seamos capaces de controlarlo.
Si, por ejemplo, sentimos sensación de miedo injustificado y desproporcionada y se prolonga en el tiempo, si evitamos ciertas situaciones o lugares para no sentir dolor o inquietud es muy probable que estemos ante un trastorno de ansiedad.
Y antes de que vaya a más o los síntomas se descontrolen debemos pedir ayuda profesional, en este caso a un psicólogo.
Tipos de ansiedad
Según el Instituto Nacional de Salud Mental existen cinco tipos de ansiedad, que difieren en los síntomas y los desencadenantes que lo provocan pero que tienen en común el hecho de interferir con las actividades diarias.
Trastorno de ansiedad generalizada: en este caso, las personas sienten una ansiedad o una preocupación excesiva la mayoría de los días. Pueden sentirse inquietas, nerviosas o cansarse fácilmente. También pueden tener problemas de concentración, irritabilidad, tensión muscular o dificultad para conciliar el sueño
Trastorno de pánico: sentimientos repentinos de terror aun cuando no hay ningún peligro real. Los síntomas físicos serían latidos rápidos del corazón, dolor de pecho o estómago y dificultad para respirar. También se puede sentir debilidad o mareos, sudor, escalofríos e incluso entumecimiento de las manos. La persona que padece este tipo de trastorno pueden llegar a creer que está teniendo un ataque al corazón. Y se da la casualidad de que es más común en las mujeres que en los hombres.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): causa obsesiones frecuentes y perturbadoras. Provoca un impulso abrumador de repetir ciertas conductas.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Este afecta a personas que han pasado por una situación traumática como una guerra o un accidente grave. Puede causar recuerdos involuntarios y perturbadores del evento, dificultad para dormir o pesadillas, sentimientos de soledad o arrebatos de ira. Las personas con TEPT pueden sentirse preocupadas, culpables o tristes.
Fobias: aversión o miedo intenso a situaciones u objetos específicos. Es un temor exagerado y aquellos que lo sufren sienten una preocupación irracional y toman medidas para evitar el supuesto peligro.
Con todo esto esperamos haber dado un poco de luz a la famosa ansiedad de la que últimamente, y con los acontecimientos que nos ha tocado vivir, sufre cada vez un mayor número de personas.
Learn MoreNormalicemos el hecho de ir al psicólogo
Hasta hace relativamente poco tiempo no eran muchos los que se atrevían a decir abiertamente a familiares o amigos que estaban yendo al psicólogo.
Ir a terapia con un profesional de la mente se ha visto, durante mucho tiempo, como algo negativo. Ha generado muchos prejuicios en la sociedad. Y aunque es un tema en el que se ha evolucionado mucho, a día de hoy, todavía se sigue percibiendo así en ciertos entornos sociales.
Antiguamente se pensaba que aquellos que acudían a este tipo de profesionales estaban “locos” o tenían alguna enfermedad mental grave. Esto contribuía a crear estereotipos. Provocaba que quienes acudían a un psicólogo sintieran vergüenza de contarlo y optaran por ocultarlo.
Normalización
Y aunque para muchas personas todavía sigue siendo un tema tabú, de un tiempo a esta parte, acudir un profesional de la psicología se ha normalizado. Ahora, cada vez es más común oír a familiares, amigos o conocidos que están yendo a terapia donde les están ayudando a solucionar un problema.
Y es que al igual que vamos al médico cuando tenemos una dolencia física, cuando ésta atañe a nuestra salud mental debemos acudir al especialista que se ocupa de ella, y éste es el psicólogo.
En la sociedad en la que vivimos es necesario acabar con los estereotipos que hay en torno a los profesionales de la psicología. Para ello, hay que visibilizar la decisión de ir al psicólogo, dando a la salud mental la misma importancia que damos a cualquier otro tipo de enfermedad.
Visibilidad
A esta labor de visibilidad están contribuyendo campañas publicitarias en medios de comunicación y también el testimonio de personas públicas. Son varios los cantantes, actrices o actores que han hablado de las enfermedades mentales y han contado abiertamente que en ciertos momentos de su vida han necesitado la ayuda de un psicólogo.
Un ejemplo es el del cantante Dani Martín, que primero a través de sus redes sociales, y posteriormente en varias entrevistas, ha contado públicamente que acude a terapia. Reconoce que es una de las cosas más gratificantes y lo define como “el gimnasio donde la cabeza y las emociones se equilibran, se deshacen nudos, conoces de dónde vienen muchas cosas”.
El programa “Salvados”, de La Sexta, dedicaba recientemente un especial a la salud mental en los jóvenes al que acudieron rostros conocidos, como el actor Jaime Lorente, Denver en La Casa de Papel, o la ganadora de Operación Triunfo 2017, Amaya Romero.
El protagonista de la serie de televisión reconocía que el hecho de haberse convertido en un personaje mundialmente conocido le generó ansiedad e inseguridad, lo que desembocó la necesidad de acudir a un profesional de la salud mental. Afirmaba sentirse muy orgulloso del trabajo que ha hecho consigo mismo, “de normalizar el tema, de lo importante que es, que me parece normal estar aquí. No es de ser ningún héroe. Es casi bonito porque te prestas atención”.
Por su parte, la cantante Amaya Romero, en este mismo programa, comentaba que en el momento de que se dio cuenta de que algo no iba bien, “no me fue complicado ir al psicólogo es como ir al médico. Hay que cuidarse la salud mental”.
Estos testimonios son solo algunos ejemplos de personas públicas que han visibilizado sus problemas relacionados con la salud mental. Con ello, han querido poner su granito de arena en normalizar el hecho de acudir a un profesional de la psicología siempre que sea necesario, sin necesidad de ocultarlo.
Recordemos que según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la enfermedad mental más frecuente y la principal causa mundial de discapacidad, ya que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
Learn More