¿Qué son las ganancias secundarias en psicología?
¿Has oído hablar de ganancias secundarias en psicología?
Es uno de los motivos por el que muchos procesos terapéuticos no avanzan o incluso provocan que los pacientes abandonen la terapia.
Las ganancias secundarias son actitudes de las personas que resultan dañinas, desagradables o perjudiciales para ellas mismas. Sin embargo, se aferran a ellas porque les generan un “beneficio”.
Dicho beneficio puede ser de protección, atención, apoyo, comodidad… y debido a lo que eso genera, la persona que lo “sufre” no quiere dejar atrás el problema y evita así mejorar.
Los psicólogos lo vemos en consulta de forma habitual y en ocasiones, cuando lo hablamos con nuestros pacientes, resulta un tema delicado. Y es que, cuando preguntamos qué cosas positivas les aporta el trastorno que les ha traído a terapia, la respuesta habitual es que no hay nada positivo en ello.
De hecho, no son conscientes, en la mayoría de los casos, de que se están aferrando a un problema por lo “positivo” que sacan de él.
Sin embargo, ahondando en el tema, vemos que detrás de muchos de esos problemas psicológicos, están esas ganancias secundarias. Éstas generan una resistencia al cambio y hacen que el problema no se solucione y se prolongue en el tiempo.
Ventajas de las ganancias secundarias
Algunas de las ventajas que extraen los pacientes de las ganancias secundarias pueden ser:
Atención, protección o cuidados de personas importantes para el paciente, al que le puede ocasionar miedo que, una vez superado su problema psicológico, dejen de prestarle la atención que necesita.
Evitar responsabilidades. Ocurre cuando el problema que tiene un paciente le permite eludir una responsabilidad.
Alimentar el rol victimista. Se da en personas que no son capaces de expresar directamente sus necesidades o de pedir algo que desean. A través de sus problemas psicológicos obtienen atención, compasión o la ayuda que necesitan y no se atreven a requerir.
Evitar la culpabilidad o las críticas por pedir favores a los demás, respaldándose en el malestar que están experimentando.
Dejar de tener la necesidad de atender a los demás. Ocurre en personas que desempeñan el papel de “cuidador”, que siempre están pendiente de los demás. En este caso, al tener un problema psicológico se dan el permiso de mirar por ellos mismos.
Autocastigarse: se da en pacientes que han alimentado la culpabilidad y tienen el sentimiento de no merecer que les pase cosas buenas como estar bien, ser feliz, tener salud…
Castigar a otra persona: ocurre en relaciones complicadas donde una persona puede llegar a sentir que “el hecho de que ahora tengas que cuidarme es algo que me debes”.
Con todos estos ejemplos podemos ver que las ganancias secundarias complican la solución de los problemas psicológicos. Por ello, se hace necesario, en la mayoría de los casos, la ayuda de un profesional que ayude al enfermo a detectar lo que inconscientemente le impide evolucionar y solucionar dichos problemas.
Si crees que podrías encontrarte en una situación así o sabes de alguien que pueda estar atravesando por ello, no dudes en solicitarnos ayuda. Estaremos encantados de poder ayudarte.
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